En medio del camino también habrá flores azules que nos recuperarán la barra de energía. Avanzando y eliminando gente (con algún bonus por no ser golpeado en absoluto por un rival) ganaremos puntos. Parecen poco útiles pero cuando nos quedamos sin "vidas" (ahora hay tres protagonistas en vez de uno, el primero es el verdadero amor de Mariko, el segundo es un monje, y el tercero es un gordo forzudo), podremos "comprar" un "continue" con 3000 puntos, hasta que nos quedemos sin nada y perdamos del todo. El juego no es difícil, salvo por algún enemigo nuevo para agarrarle la mano, o los halcones. Digamos que tranquilamente podés llegar al jefe final en media hora, para ser machucado y machucado constantemente. El jefe final es el único que tiene movimientos irregulares que harán más difícil el timing a la hora de defender (y saca mucha más barra).
Los gráficos están algo desperdiciados, si bien tienen una onda japonesa, el Unreal Engine está totalmente subusado, no hay prácticamente texturas y el cell shading del estilo gráfico está incorrectamente usado. Parece un juego de PS2 (me recordó mucho al "Samurai Jack"). Raro ya que ocupa más de 1 GB de disco. El sonido bien, tranquilo, y por suerte los controles responden de manera correcta. Mucho más que eso no hay, es media hora de juego (con buen final o sin final) y ya está.
¿Qué es lo mejor del juego? Es original para lo que se ha visto en los últimos años (no hay muchos juegos de este estilo realmente)
¿Qué es lo peor del juego? Corto. No le hace mucho honor al original de Jordan Mechner (y eso que supuestamente está involucrado en éste).
En resumen, Karateka es un título casi decente, que hubiera enganchado mucho más si aunque sea hubiera incluído alguna versión del juego original al terminar este. ALGO. Se ofrece muy poco acá. Recomendado para los nostálgicos solamente (pero incluso ellos se sentirán algo defraudados). Es uno de esos juegos que te causa una muy buena primera impresión pero que al rato desaparece la magia.
Puntaje Final: 6.0/10